«Los profesionales del protocolo somos los primeros que hemos de estar convencidos de lo que aportamos a nuestras Instituciones/empresas. Siempre somos y seremos necesarios.»
Susana Blasco, funcionaria de la Cortes Generales en la Dirección Relaciones Institucionales del Congreso de los Diputados:
Nombre: Susana Blasco Pedrajas
Empresa / Institución: Congreso de los Diputados
Cargo: Funcionaria Cortes Generales. Dirección Relaciones Institucionales del Congreso de los Diputados.
¿Cómo te vinculaste al mundo del protocolo?
Aunque mi vinculación profesional con el Congreso de los Diputados se remonta al año 1986, donde comencé prestando servicio como personal administrativo de los grupos parlamentarios, para después formar parte del gabinete de distintos miembros de la Mesa de la Cámara, es en el año 2005, cuando tras aprobar las oposiciones como funcionaria de Cortes Generales, comencé a desarrollar mi actividad profesional en la Dirección de Relaciones Institucionales del Congreso de los Diputados. Como persona de apoyo inmediato a su Directora, participo en la organización y ejecución de las distintas tareas y eventos encomendados, como son las distintas solemnidades, ceremonias y actos oficiales. Poco después, atraída por esta disciplina que se ejercía en este centro directivo, decidí ampliar mi formación, cursando inicialmente el Título de Especialista Universitario en Protocolo y Ceremonial del Estado e Internacional de la Universidad de Oviedo, después el Grado, y finalmente el Máster en Protocolo y Organización de Eventos de la Universidad Camilo José Cela.
¿Qué significa, en tu día a día, el protocolo?
Ante todo, es el instrumento fundamental para “dar coherencia y prestancia” a los actos y actividades relevantes en los que tenemos que intervenir, aunando criterios entre los profesionales que llevan años dedicándose a esta disciplina y los que en los últimos años se han formado, sin olvidar el objetivo (la “filosofía del acto”).
¿Por qué crees que el protocolo es una herramienta importante para las instituciones y las empresas en general?
Porque, nada más y nada menos, que “esa herramienta” tiene en sus manos la responsabilidad de contribuir a mejorar o empeorar la imagen de la institución o de la empresa para la que está a su servicio y, cuando hablamos de imagen institucional, nos estamos refiriendo, en ocasiones, a la imagen de las más importantes instituciones del Estado, en definitiva, hablamos de la imagen del país. Sin pretender ser pretenciosa, me atrevería a decir que los profesionales del protocolo, con su trabajo, contribuyen a potenciar la “Marca España”.
4. Recientemente, has publicado y presentado en el Congreso de los Diputados tu primer libro bajo el titulo » Sesiones Regias de Juramento y Proclamación de los Monarcas antes las Cortes» ¿Qué ha supuesto para ti?
El esfuerzo que me supuso realizar un análisis, desde el punto de vista protocolario, de los actos de juramento y proclamación de los distintos monarcas de nuestra historia contemporánea: desde Isabel II a nuestro actual monarca, Felipe VI, se ha visto recompensado con creces. Fundamentalmente porque este trabajo queda ahí a beneficio de futuras investigaciones y como testimonio del trabajo de los profesionales que ya se dedicaban a esta disciplina desde el año 1843. Me siento enormemente satisfecha y agradecida sobre todo con la Institución donde presto servicio, por haber tenido a bien publicarme este libro, con los profesionales y amigos que me acompañaron, y por supuesto con el Presidente de la Cámara, por su interés y apoyo para su presentación, algo que además de enorgullecerme a título personal, lo hace por el reconocimiento y apoyo que, para el trabajo de todos los profesionales de protocolo significa. Sin lugar a dudas, un espaldarazo para seguir avanzando, que nos hacía mucha falta.
¿Qué crees que haría falta para mejorar la imagen del protocolo en la sociedad?
En primer lugar, nosotros mismos deberíamos estar convencidos de lo que aportamos -a la institución o a la empresa-, aislándonos de lo “despectivo” que algunos quieren relacionar con “protocolo”, pues considero que ya es hora de dejar de justificarnos explicando todo el trasfondo de esa palabra. Siempre seremos necesarios “nos llamen como nos llamen”.
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