LA ASOCIACIÓN DE LOS PROFESIONALES DEL PROTOCOLO CUMPLE TREINTA AÑOS

Un verano convulso ha llegado a su fin. Los últimos días del estío se nos presentaron teñidos de preocupación por la situación económica y social, agravada en todo el mundo al mismo tiempo que se incrementaban las operaciones militares en la guerra que enfrenta, a las puertas orientales de Europa, a la República de Ucrania con la Federación Rusa.

En ese escenario internacional, un hecho histórico con repercusión mundial, ha puesto de manifiesto la importancia que los medios, las sociedades y los profesionales, dan al protocolo: el fallecimiento de la reina Isabel II del Reino Unido, que lo fue desde 1952 hasta el pasado 8 de septiembre. Soberana y Jefa de Estado de quince países independientes constituidos en reinos, algunos de los cuales se plantean ahora su futura forma de gobierno. Cabeza visible también de la Mancomunidad de Naciones que conocemos por su denominación en inglés, Commonwealth, una organización que reúne a 54 países soberanos. Nos dejó la que también fue, desde su papel específico de monarca del Reino Unido, gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra. Un personaje quizá irrepetible cuyo papel político nadie pone en duda y cuya desaparición abre incógnitas en el futuro inmediato de una de las monarquías más antiguas del mundo.

No es mi intención comentar los múltiples perfiles de la soberana británica, ni su indiscutible influencia en el resto del mundo a lo largo de sus 70 años de reinado. Voces y plumas más doctas lo han hecho y lo seguirán haciendo en los próximos meses. Pero si quiero significar ese papel especial que se ha dado al “protocolo” desde el mismo momento en el que fallece la reina Isabel II. Los profesionales del protocolo hemos sido, a través de intervenciones, opiniones y valoraciones de compañeras y compañeros de reconocido prestigio en diferentes medios de comunicación, entre ellos varios miembros de nuestra asociación, la cara mediática del “protocolo”, aportando informaciones y aclaraciones sobre los acontecimientos que se iban sucediendo, el desarrollo del ceremonial en cada acto, el uso de determinados símbolos, la aplicación de ritos ancestrales…

En definitiva, los profesionales del protocolo y la organización de eventos han aportado su sapiencia y experiencia para aclarar las situaciones y, sobre todo, para acercar al gran público, los entresijos y las razones de ser de cada uno de los eventos y escenarios protocolarios y de quienes han participado en los mismos.

Como miembros de un colectivo profesional y de un ente corporativo, la Asociación Española de Protocolo (aep), debe y quiere representar a todos los profesionales de nuestro sector y, en casos como el que nos ocupa, informar, instruir e ilustrar, aprovechando las atalayas comunicativas que nos han brindado medios nacionales, regionales y hasta locales, haciendo al mismo tiempo un sano proselitismo de nuestra dedicación y cumpliendo con el compromiso de dar visibilidad e importancia al protocolo como ese conjunto de disciplinas que posibilitan el buen desarrollo, difusión y conocimiento de eventos de toda magnitud.

Tampoco podemos olvidar que no todo lo acontecido alrededor del fallecimiento y posterior sepelio de Isabel II, tiene una interpretación o sentido protocolario. La incidencia política, social y económica están muy por encima y las repercusiones de todo tipo empiezan a vislumbrase tras las exequias y funerales que han seguido millones de personas en todo el mundo. Pero para nuestra profesión, insisto, ha sido un modo de mostrar la importancia y la necesidad del protocolo en situaciones y momentos históricos y la absoluta necesidad de prever, en tiempo y forma, como actuar en estas situaciones, con planes de intervención y actuación en los diversos campos y aspectos que concurren en una eventualidad como la que hemos vivido: la seguridad, la comunicación, el ceremonial, las relaciones diplomáticas e institucionales, la aplicación del luto oficial o la utilización de los símbolos …

Estos dos últimos temas han vuelto a abrir un debate, con perfiles políticos y protocolarios, y a poner de manifiesto la urgente necesidad de abordar la regulación del uso de los símbolos nacionales, regionales o locales, y la aplicación del luto oficial en los mismos ámbitos, desde fundamentos institucionales, argumentos jurídicos y criterios profesionales.

No podemos seguir asistiendo al triste espectáculo de interpretar en clave política, y en muchos casos partidista, la izada y la arriada de las banderas en los balcones de los edificios oficiales. Un espectáculo que desconcierta a los ciudadanos y hace perder credibilidad a nuestras instituciones, precisando un concienzudo estudio, desde instancias institucionales y profesionales, para marcar las normativas, establecer los criterios y regular la amplia casuística de un tema que, siempre, tiene lecturas y repercusiones en nuestro entorno social y ciudadano.

Desde la aep queremos plantear este debate como prioritario y ofrecernos a las instituciones, aportando conocimientos técnicos, experiencia profesional, trabajo y propuestas para abordar situaciones que precisan de la necesaria sutileza y consenso, pero también de la urgencia que marcan los acontecimientos, la mayoría de las veces impredecibles en el ámbito que nos ocupa. Y en este debate, oportuno y altamente solicitado por las asociaciones y colectivos profesionales, deben participar esos mismos colectivos, entidades y asociaciones profesionales, junto a las instituciones que, desde la Jefatura del Estado y la Presidencia del Gobierno, tienen las competencias y la obligación de, como regula el Real Decreto 662/2022, de 29 de julio, por el que se reestructura la Presidencia del Gobierno interpretar, ejecutar y aplicar las normas sobre régimen de protocolo y ceremonial del Estado.

Estamos convencidos de la necesidad de abordar, de una vez por todas, temas como el luto oficial, el uso de los símbolos institucionales o las exequias de personalidades que pertenecen a las altas instituciones del Estado, precisan un proceso de estudio y una posterior regulación, completada con las acciones y planes oportunos para cada ocasión. Una tarea en la que la aep puede aportar, insisto, la capacidad y conocimientos de nuestros asociados, junto con la experiencia atesorada a lo largo de las tres últimas décadas.

Efectivamente, cumplimos hoy, 25 de septiembre, treinta años, desde aquel 25 de septiembre de 1992, cuando la aep quedaba oficialmente inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones con el número 112.381. Meses antes, un grupo de profesionales habían iniciado, como recuerdan textualmente nuestros estatutos, una feliz iniciativa promovida por un grupo de personas con alta sensibilidad por las cuestiones de Protocolo y disciplinas auxiliares, que ha llevado a la consolidación de una institución sin ánimo de lucro, cuya primera finalidad es la de agrupar a profesionales vinculados al mundo de la organización de actos, el protocolo, el ceremonial y las tradicionalmente definidas como disciplinas auxiliares. Sigue nuestra normativa estatutaria destacando los fines de la aep:defender los intereses colectivos tendentes al reconocimiento profesional, asistir y defender a sus miembros de posibles acciones lesivas al normal ejercicio de la profesión, promover la formación y reciclaje de sus miembros, fomentar encuentros y foros, prestar servicios que faciliten un mejor desarrollo de la profesión por parte del asociado y potencie la comunicación entre todos y gestionar ante los poderes públicos y entidades privadas cuantas acciones sean necesarias para el desarrollo de sus objetivos.

En esa tarea continuamos inmersos quienes hoy asumimos las tareas de representación y direcciónde la aep, animados por la aportación histórica y ejemplo de aquel grupo de jóvenes profesionales que iniciaban andadura hace treinta años, algunos de los cuales siguen formando parte de la asociación. A quienes nos precedieron en el compromiso, nos mostraron el camino en estos treinta años y forjaron nuestras señas de identidad… GRACIAS.

Cumplimos treinta años y queremos conmemorar la efeméride desde cada una de las acciones y actividades que se pondrán en marcha en los próximos 365 días, hasta el 25 de septiembre de 2023, desde todas y cada de nuestras delegaciones territoriales, con el apoyo y colaboración de las socias y socios de la aep. Iniciamos, por tanto, estas actividades con una reunión virtual, programada para la tarde del 26 de septiembre, en la que, de forma distendida y cercana, repasaremos algunos de los momentos que han marcado nuestra historia, recordando a las personas que los protagonizaron y opinando sobre el futuro de la propia aep. Este es el enlace para socias y socios, seguidores en nuestras redes, profesionales, instituciones y amigos, puedan conectarse con nosotros y participar en este evento, sencillo pero significativo, en el que además presentaremos el logo símbolo que presidirá, en este tiempo de conmemoración, nuestras actividades:

https://us02web.zoom.us/meeting/register/tZcpc-qtrDwrHNYZn2N7gVDXmNrYf21rnI6e

Un tiempo en el que vamos a reforzar nuestras alianzas y compromisos con otras entidades y asociaciones que defienden nuestros mismos postulados y coinciden con la aep en fines y objetivos. Y uno de esos objetivos siempre ha sido fomentar la formación y la especialización de los estudiantes, futuros profesionales, y ofrecerles la aep como marco de encuentro y espacio para conocer experiencias y aprender de quienes ya desarrollan su actividad laboral en instituciones o empresas.

Uno de los campos en los que queremos seguir incidiendo de forma especial es el mundo universitario, como ya adelantaba en mi anterior carta con la inminente renovación del Convenio entre la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la aep. En esa misma línea queremos firmar similares acuerdos de perfil académico con ventajas formativas y descuentos en matriculaciones para socias y socios de la aep interesados en cursar grados y másteres en protocolo, organización de eventos y materias o disciplinas afines.

Son varias las universidades españolas y escuelas superiores con quienes hemos iniciado contactos dirigidos a cerrar estos acuerdos, así como con asociaciones y entidades con las que compartimos las mismas inquietudes y los mismos retos. Y en esa línea de reforzar lazos de intercambio y encuentro con el mundo universitario, son varios los actos académicos o de perfil congresual en los que la aep, a través de esta presidencia, ha estado presente o va a participar en breve. 

El pasado 16 de septiembre acudía al campus madrileño de la Universidad NEBRIJA para impartir una clase sobre asambleas y juntas, utilizando el ejemplo corporativo de la propia aep, a las alumnas/os de 2º del grado de Comunicación Corporativa, Protocolo y Organización de Eventos, en la asignatura Protocolo empresarial que imparte la delegada en la Comunidad Valenciana y DIRCOM de la aep, María del Carmen Portugal.

El 21 de septiembre, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), en su campus de Madrid, tuve el honor y el placer de acompañar al Rector Magnífico Don Ricardo Mairal Usón en el acto de inauguración del VII Congreso Internacional El Protocolo Contemporáneo, coordinado por nuestra socia Dolores del Mar Sánchez con la participación de varias ponentes que también pertenecen a la aep y en el que se sigue incidiendo, tras siete ediciones, en diversos aspectos del Protocolo y el ceremonial a través de la Historia, desde un espacio de convergencia para investigadores y equipos de investigación interesados en construir una Red Internacional de Cooperación Científico Técnica y de Innovación investigadora sobre el ceremonial y el protocolo con carácter multidisciplinar.

En unos días, participaré con una ponencia en el XIX Encuentro Anual de Responsables de Protocolo y Relaciones Institucionales de las Universidades Españolas que organiza la Asociación para el Estudio y la Investigación del Protocolo Universitario (AEIPU) y que este año corre a cargo de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC), en sus campus de Madrid y de Móstoles. Otra apuesta profesional de una asociación hermana con la que compartimos el compromiso común de defender y dar visibilidad a los profesionales del protocolo y apostar, desde los campus universitarios, por una formación académica específica, reconocida y en íntima conexión con el ámbito laboral.

En este recorrido por actividades calendarizadas, será para mí un honor acudir, el 24 de noviembre, a una clase de la mencionada URJC en su campus de Aranjuez, la ciudad donde vivo y desarrollo mi actividad laboral, para hablar del protocolo municipal y de la historia de la aep y hacerlo ante alumnas y alumnos de una asignatura cuya denominación nos enorgullece y resumen nuestra razón de ser: «Ceremonial y Protocolo».

Congresos, conferencias, clases y reuniones que queremos incrementar, como decía, para propiciar nuevos convenios y acuerdos que ofrezcan beneficios para los asociados de la aep y redunden en nuestros esfuerzos para apoyar y consolidar aquellas propuestas de ámbito académico y universitario que conformarán la capacitación profesional y laboral de quienes, en el futuro, se dedicarán al ejercicio de nuestra profesión.

Cerrando el capítulo académico, una referencia a nuestras II Jornadas Académicas, previstas para el mes de octubre y pendientes, en la fecha de cerrar esta Carta, de ubicación definitiva y, en el marco de las mismas, a los III Premios a la Excelencia en los Estudios de Protocolo, que congregan al profesorado y al alumnado de universidades y centros de estudios superiores en los que se imparten materias de nuestro ámbito competencial y formativo. Mi agradecimiento personal a docentes y gestores que, por tercer año, se suman a esta iniciativa académica que trata de reconocer a quienes culminan sus estudios y lo hacen con trabajos y propuestas que deben ser reconocidos y difundidos por su excelencia y ejemplaridad.

Termino estas líneas con mi reconocimiento para nuestra profesión y para quienes la representan: todas y todos los profesionales del protocolo, el ceremonial y la organización de eventos que, en su quehacer diario, en muchos casos complicado, necesitado de recursos y normativas, denostado o incomprendido, siguen poniendo cara a una profesión que se ha hecho por mérito propios, imprescindible en el mundo actual, articulado en torno a relaciones, interacciones y concurrencias.

En la persona de nuestro Presidente de Honor in péctore, Juan Ángel Gato, al que rendiremos en breve un merecido homenaje, reconoceremos también a esos otros representantes anónimos de la profesión, que la ejercen con maestría, dignidad y pundonor, desde los gabinetes de protocolo de centenares de ayuntamientos; desde oficinas y despachos en ministerios, diputaciones o consejerías; desde empresas y agencias de organización de eventos; desde aulas y departamentos universitarios… Todas y todos con un denominador y un empeño común: la defensa de nuestra profesión y de quienes la ejercéis y la engrandecéis.

En ese mismo empeño que iniciamos hace ahora treinta años, nos encontrareis siempre.

¡Somos la aep, la asociación de los profesionales del protocolo!

Buen otoño y buena suerte.

Ramón Peche Villaverde

presidente

presidenciaaep@aeprotocolo.org