«Creo que conocer la materia de Protocolo realmente supone una ventaja profesional en cualquier actividad en la que el diálogo, el mutuo entendimiento y la comunicación (en definitiva, el hacer bien las cosas) sean imprescindibles.»

 

Nombre:  Blanca López Caballero.

Empresa / Institución: Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE.

Cargo: Profesora.


¿Cómo te vinculaste al mundo del protocolo?

Después de licenciarme en Periodismo y vivir 16 meses en Irlanda (trabajando como au pair) me matriculé en la Escuela Internacional de Protocolo para completar mi formación en el campo de la Comunicación y las Relaciones Institucionales. Al formar parte de la primera promoción, tuve la oportunidad de poder trabajar en la Escuela, primero como becaria y más tarde formando parte de su plantilla. Colaboré en la Revista Internacional de Protocolo y en el funcionamiento interno de la Escuela. Trabajé como profesora y tutora en la modalidad de formación a distancia y,  finalmente, como profesora externa formando parte del claustro de profesores en las diferentes titulaciones de la Escuela y programas de postgrado universitario. La casualidad y mi interés permanente por  las relaciones internacionales me especializaron en Protocolo Internacional y Diplomático, redactando un libro sobre esta materia que Ediciones Protocolo publicaba en 2006.

Háblanos, por favor, cómo es tú día a día, en tu actividad profesional.

Actualmente imparto una asignatura de Protocolo Internacional en 5º curso del doble grado en Relaciones Internacionales y Traducción e Interpretación en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Mi objetivo es que los alumnos conozcan la razón de ser del protocolo en el más amplio sentido de la palabra, sus fundamentos y aplicación en el ámbito de las relaciones internacionales. Creo que conocer esta materia realmente supone una ventaja profesional en cualquier actividad en la que el diálogo, el mutuo entendimiento y la comunicación (en definitiva, el hacer bien las cosas) sean imprescindibles.

Crees que protocolo y eventos están condenados a entenderse o, por el contrario, deberían de haber convivido juntos, desde el principio.

Creo que en el mundo de los eventos el protocolo tiene mucho que decir, de alguna manera los eventos pueden ser el futuro del protocolo entendido como herramienta de comunicación y organización de actos.

¿Crees que el Protocolo goza del reconocimiento que le corresponde como tal?

No, diversos incidentes en la actualidad confirman el desconocimiento que, sobre esta materia, continúa existiendo en todas las capas de la sociedad.

 ¿Qué crees que haría falta para mejorar la imagen del protocolo en la sociedad?

Hablar de ello, difundirlo, llamar a la puerta de instituciones educativas y organizaciones empresariales y convencer de la importancia y necesidad actual del protocolo, especialmente su aplicación práctica como creador de imagen pública, más allá de mera ordenación y aplicación de normas. Creo que, en este aspecto, apostar por la formación en protocolo en todas las edades, y especialmente en algunos ámbitos laborales, es imprescindible.

¿Qué percepción tienen, según tú criterio, los medios de comunicación de los profesionales de protocolo y eventos?

Confusa en general y, en ocasiones, errónea. Creo que en pocos ámbitos se entiende y aprecia el papel fundamental que juega el protocolo.

Desde hace varios años ya está oficializado el Grado Universitario en Protocolo y Organización de Eventos. ¿Cómo crees que puede influir esta formación académica en la incorporación laboral de los futuros graduados?

Creo que sólo puede ayudar a que así sea.

¿Qué te parece la creación de un Colegio Profesional?

Todo lo que ayude a consolidar esta profesión, y a unir a sus profesionales, me parece positivo.

Descríbenos, por favor, cuál sería para ti el perfil de un candidato a responsable de protocolo y eventos.

Una persona inteligente y culta, formada en esta disciplina y, si es posible, en otras afines; si no con carisma, si con habilidades sociales, gran capacidad de trabajo, serenidad, empatía y mucho sentido del humor.