Jorge C. Alonso, socio de la AEP, ha compartido en su blog Gindemediatarde un interesante artículo de opinión sobre la difícil y anómala situación que se produce cuando el Secretario General del principal partido de la oposición ha renunciado a su acta de diputado.

¿Qué hacemos entonces, desde el punto de vista del protocolo, con Pedro Sánchez?

Imaginemos que se celebra el Día de las Fuerzas Armadas. Y surge por parte de alguien la siguiente pregunta: ¿Pedro Sánchez tiene algún rango de autoridad para incluirlo en una tribuna de Autoridades? Sabemos que acaba de ser elegido Secretario General del PSOE, pero ya no es diputado…, ¿le da algún tipo de autoridad ese cargo, y como exdiputado? ¿Qué hacemos?

En primer lugar hay que tener una consideración importante, y es que hablamos de un desfile, y, por lo tanto, la organización del mismo corresponde a las Fuerzas Armadas, así que tendremos que ver primero el Reglamento de Actos y Honores Militares, pero nada nos dice este Reglamento de los que queremos saber, pero había que tenerlo en cuenta por lo que comentaré después.

En segundo lugar, tenemos que ir al RD 2099/1983, la “Biblia” de las precedencias en España. Pero tampoco aquí nos viene la figura del Secretario General de un partido político, ni la del exdiputado, condición que tiene Sánchez.

Viendo estas dos obviedades, la respuesta sería tajante: NO TIENE LUGAR ASIGNADO. Sin embargo, vamos a seguir con la lectura del RD.

El artículo 5 abre un rescoldo a un posicionamiento en algún lugar, ya que nos dice que “se respetará la tradición inveterada del lugar… cuando se asigne a determinado ente o personalidad.” Podría darse el caso de que en los desfiles de las FFAA los exdiputados tengan reservado un sitio en un palco de Autoridades (en algunos actos que conozco de esta índole, así lo hacen por tradición, como la de invitar a un alcalde vecino, por ejemplo y que tampoco viene recogido en el RD su posición en el acto). Sería pues el organizador del acto el que, en función de esa tradición lo podría invitar a una tribuna “de segunda” para autoridades menores y exsenadores o exdiputados. Nunca estaría en una primera fila.

Imaginemos que, Margarita Robles, que ejerce ahora de Jefa de la Oposición en el Congreso, y que por lo tanto tiene el puesto 18º en el orden precedencial en este acto, le cede su asiento para que Sánchez cobre mayor protagonismo. Lo puede hacer perfectamente. En realidad se hace mucho. Mucho y mal. Porque nuevamente el RD en su artículo 9 nos dice que “la persona que represente en su cargo a una autoridad superior a la de su propio rango no gozará de la precedencia reconocida a la autoridad que representa, y ocupará el lugar que le corresponda por su propio rango…”, es decir, de nuevo estaría situado en esa tribuna “de segunda”. El RD nos recuerda que a efectos de precedencias, en España solo dos personas pueden ser representadas: el Rey y el presidente del Gobierno, y este último siempre que dicha representación sea publicada previamente en el BOE.

Visto lo visto, Pedro Sánchez no tendría cabida alguna a no ser que fuese invitado por las FFAA en su condición de exdiputado, y colocado en la tribuna “de segunda”.

Y ahora vamos a los antecedentes, que los hay. El 6 de diciembre de 2015, en el Congreso de los Diputados, hubo un acto con motivo del Día de la Constitución. Pedro Sánchez, entonces diputado y “Jefe de la Oposición”, ocupó el lugar que le correspondía en el RD, es decir, el decimoctavo, pero hubo dos personas muy bien colocadas, que no eran todavía diputados, ni senadores, aunque uno sí era eurodiputado, pero el RD no contempla esta figura. Las elecciones generales aún serían el siguiente 20 de diciembre. Fueron Pablo Iglesias y Albert Rivera. Ocuparon un puesto frente a la tribuna presidencial, en primera fila con otras altas autoridades, porque los servicios de Protocolo del Congreso entendieron que ambos tenían una relevancia especial en el panorama político en base al barómetro del CIS. Como se ve, el Protocolo es flexible, no es rígido, y ayuda a llevar mejor los actos oficiales. Por lo tanto, haciendo una excepción, y siendo flexible, Sánchez sí podría estar perfectamente en una primera fila acompañando (o incluso por encima), a Margarita Robles.

Los servicios de la Cámara, en caso de un acto solemne en la misma, no lo dudan: ocuparía por cortesía el lugar de “Jefe de la Oposición” aunque no sea Diputado, ya que es el “Jefe” del principal partido de la oposición.

Ah, se me olvidaba la tercera vía: que nombren Senador por la Comunidad de Madrid a Pedro Sánchez, y entonces sí tendría asignado el puesto 40º en los actos que se celebren en Madrid, y podría interpelar al presidente del Gobierno en las sesiones de control en el Senado, pero esa ya es otra historia…

Jorge C. Alonso 

Periodista y Máster en Dirección de Comunicación, Protocolo y RRPP