Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, quería compartir un documento que me parece importante, publicado por Naciones Unidas, en el que nos trasladan algunas recomendaciones en relación con el Lenguaje Inclusivo en cuanto al género.
Estas orientaciones, que están dirigidas al personal de Naciones Unidas, pero son en su totalidad extensibles a cualquier área de trabajo:
Por este motivo creo que es de interés para quienes a diario nos ocupamos de presentar, describir, brindar, explicar, difundir, invitar, … A quienes en definitiva nos ocupamos de organizar el área de Protocolo, a quienes nos ocupamos de esta herramienta de comunicación que son los actos.

Ya nos aconsejaba Gandhi “Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos”

Pues en eso nos vamos a centrar. En tratar de cuidar nuestra lengua, tanto oral como escrita, porque ambas formas de expresarse denotan cultura y crean, simbólicamente, unos valores.

Orientaciones para el empleo de un lenguaje inclusivo en cuanto al género en español

http://www.un.org/es/gender-inclusive-language/guidelines.shtml

A la hora de decidir qué estrategias utilizar, el personal de las Naciones Unidas debe:
 Tener en cuenta el tipo de comunicación (sea oral o escrita) y su finalidad, además del contexto y el público

 Procurar que el mensaje, oral o escrito, sea claro, fluido y conciso, y que los textos escritos sean legibles

 Tratar de utilizar diferentes estrategias combinadas a lo largo del mensaje, oral o escrito

El género en español

El género gramatical se manifiesta en los sustantivos, adjetivos, artículos y algunos pronombres. En los sustantivos y adjetivos existe únicamente el morfema de género masculino y el de género femenino. El género neutro se ha conservado en unas pocas palabras, como aquello, eso, esto, ello, alguien, algo y lo.
Es importante no confundir el género gramatical (categoría que se aplica a las palabras), el género como constructo sociocultural (roles, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad determinada en una época determinada considera apropiados para los seres humanos de cada sexo) y el sexo biológico (rasgo biológico propio de los seres vivos).
En español hay distintos mecanismos para marcar el género gramatical y el sexo biológico: a) terminaciones (chica/-o), b) oposición de palabras (padre-madre) y c) el determinante con los sustantivos comunes en cuanto al género (el/la estudiante, este/esta representante).
También hay palabras específicas (sustantivos epicenos) que tienen un solo género gramatical y designan a todas las personas  independientemente del sexo biológico (la víctima, la persona).
Los principales retos del español para una comunicación inclusiva en cuanto al género son la confusión entre género gramatical, género sociocultural y sexo biológico, el nivel de conocimiento de los recursos que ofrece la propia lengua para hacer un uso inclusivo dentro de la norma y las asociaciones peyorativas que han heredado del sexismo social algunos equivalentes femeninos.

Estrategias útiles

En español es posible utilizar diferentes estrategias para hablar o escribir de manera más inclusiva en cuanto al género:

1. Evitar expresiones discriminatorias

1.1 Emplear las formas de tratamiento adecuadas
Al dirigirnos o referirnos a alguien, conviene utilizar las formas de tratamiento (título de cortesía), el pronombre personal y los adjetivos que concuerden con su género.
Cuando se trata de personal de las Naciones Unidas, se puede consultar la intranet o el directorio de la organización. Si la persona aparece allí como “Sra.”, hay que emplear ese título de cortesía y utilizar las formas femeninas correspondientes. Otra posibilidad sería, si la situación lo permite, consultar con la persona en cuestión qué tratamiento prefiere.

Se ruega a quienes redacten textos que han de traducirse que, al hacer referencia a una persona, indiquen el género para que los equipos de traducción puedan utilizar el lenguaje más apropiado en los demás idiomas. Esto es muy importante en árabe, español, francés y ruso.
Además, debemos ser coherentes al referirnos a hombres y mujeres: si mencionamos a los hombres por su nombre, apellido, tratamiento o profesión, por ejemplo, deberíamos hacer lo mismo con las mujeres.

¿“Sra.” o “Srta.”?
Se desaconseja el uso de “Srta.” como forma de tratamiento de las mujeres y se recomienda el uso de “Sra.” en todos los casos para no explicitar el estado civil de las mujeres de forma innecesaria.
1.2 Evitar expresiones con connotaciones negativas
Algunas expresiones tienen una connotación negativa que nace de una concepción estereotipada de las características de los géneros, por lo que se recomienda evitarlas.
Ejemplos:
 Los hombres no lloran
 Actúa como una niña.
 Se comporta como un hombre/como una señorita.
 Es fuerte como un hombre
1.3 Evitar expresiones que perpetúan estereotipos de género
Hay expresiones que perpetúan estereotipos sobre los roles socialmente asignados a los géneros, por lo que se recomienda evitarlas.

¿Cómo saber si estamos usando expresiones discriminatorias?
Podemos invertir el género: ¿cambia el sentido o el énfasis de la expresión si se invierte la designación o el término de masculino a femenino o viceversa? ¿Suena extraña la expresión?
Por ejemplo:
 Las mujeres no tienen capacidad física para trabajar en la policía.
 Los hombres no necesitan licencia de paternidad

2. Visibilizar el género cuando lo exija la situación comunicativa

2.1 Emplear pares de femenino y masculino (desdoblamiento)
El desdoblamiento consiste en utilizar la versión femenina y masculina de la misma palabra. Como estrategia puede utilizarse cuando se quiere hacer visibles tanto a mujeres como a hombres. No obstante, se recomienda no abusar de él, porque puede dificultar la lectura, crear incoherencias o restar precisión al texto, como en el caso de los textos jurídicos.
En cuanto al orden de los pares, se puede seguir el orden alfabético o ir alternando el orden en que aparecen una y otra forma. En caso de alternar el orden, hay que tener cuidado, sobre todo cuando la alternancia pueda opacar el sentido del texto, crear confusión o dificultar la lectura.
Ejemplos:
 Los niños y las niñas deben asistir a la primera clase con sus padres
 El tribunal está integrado por jueces y juezas de distintos países
 Señoras delegadas, señores delegados: … [como saludo inicial en una intervención oral]
 Los candidatos y las candidatas al LPE deberán presentar su solicitud antes del 2 de mayo

2.2 Emplear estrategias tipográficas
Es posible utilizar la barra [/] o los paréntesis [()] para explicitar el femenino, por ejemplo, cuando se mencionan cargos sin hacer referencia a la persona que pueda ocuparlos en un momento dado. Si bien se trata de un recurso útil, se recomienda no abusar de él porque puede sobrecargar el texto y dificultar la lectura, ya que deberá duplicarse la coordinación en todos los casos.
Ejemplos:
 El/La director/a se ocupará de coordinar la campaña de promoción
 El informe deberá presentarse al (a la) auditor(a) para que lo certifique

2.3 Emplear “hombres y mujeres”/ “varones y mujeres”
Cuando el sentido de la situación comunicativa así lo requiera, podemos emplear “hombres”/“varones” y “mujeres” para hacer explícitos ambos grupos.
Ejemplos:
 Todas las personas que respondieron a la encuesta, tanto hombres como mujeres, dieron una valoración negativa en la pregunta 5
 Las nuevas políticas sanitarias benefician a mujeres y varones por igual Cargos
Cuando se conoce la identidad de género de la persona y esa persona se identifica con el género femenino, conviene emplear la forma femenina del cargo (a menos que esa persona prefiera que se haga referencia a ella en masculino).
Ejemplos: presidenta, jefa, jueza, auditora.
Se recomienda también no agregar la palabra mujer a la profesión: Ejemplo: Recibió la beca una científica (no *una mujer científico ni *una mujer científica).

3. No visibilizar el género cuando no lo exija la situación comunicativa

3.1 Omitir el determinante ante sustantivos comunes en cuanto al género

 

3.2 Emplear sustantivos colectivos y otras estructuras genéricas
Cuando no sea necesario mencionar un cargo u ocupación haciendo referencia a las personas, se puede utilizar el grupo, la institución, el órgano o la función que representan mediante:
 Un sustantivo colectivo (ejemplo: los vicepresidentes – la vicepresidencia)
 Estructuras con “la comunidad” y “el cuerpo de”
 Procesos en lugar de personas (ejemplo: el evaluador – la evaluación)

3.3 Usar sustantivos colectivos para referirnos a conjuntos de personas

3.4 Usar la palabra “persona”

3.5 Usar el pronombre relativo “quien(es)”, los pronombres indefinidos
“alguien”, “nadie” y “cualquiera” y el adjetivo indefinido “cada” seguido de sustantivo común en cuanto al género

3.6 Usar adjetivos sin marca de género en lugar de sustantivos

3.7 Emplear construcciones con “se” impersonal (“se recomienda”), de pasiva refleja (“se debatirá”) o de pasiva perifrástica (“se va a elegir”)

3.8 Omitir el agente

3.9 Usar el infinitivo y el gerundio

 

Por María José  Flujas,  Delegada AEP Andalucía