«El Protocolo continúa siendo un gran desconocido a nivel social»

 

Nombre: Olga Casal Maceiras

Empresa: www.auladecomunicacion.com

Cargo: Doctora en Comunicación. Directora de Aula de Comunicación

1. ¿Llegaste al Protocolo por vocación o por casualidad?

Pues un poco por las dos cosas. La actividad profesional me llevó a la organización de eventos y ésta me condujo al protocolo. Pero enseguida supe que había encontrado una vocación …a la que llegué por casualidad.

2. ¿Cómo fue esa trayectoria?

Trabajé varios años en hoteles de lujo en Tenerife, como decoradora y asesora de imagen, y más tarde como responsable de relaciones externas en una organización también relacionada con el turismo. En todas estas empresas una de mis funciones más habituales era la organización de eventos de todo tipo. De esa actividad nació mi interés (podría decir necesidad) por la formación especializada, que por entonces no estaba tan extendida como ahora. ¡Tuve que hacer muchos kilómetros para formarme!, primero en la Universidad de La Laguna y, más tarde, en la Universidad de Oviedo y en la Escuela Diplomática de Madrid.

3. ¿Qué te ha aportado la formación que no pudieras adquirir con la experiencia?

Son dos aspectos complementarios. La formación me dio pautas, rigor académico, contextos, conocimientos teóricos. La actividad profesional me dio metodología, procedimientos, experiencia y rodaje. En esta profesión, como en cualquier otra, ambas cosas van de la mano.

4. ¿Cómo ves el Protocolo en la actualidad española?

El protocolo, como la herramienta necesaria que es, goza de muy buena salud. Cada vez hay profesionales más cualificados y un interés creciente en los jóvenes por desarrollar su carrera profesional en el mundo de los eventos. Sin embargo, creo que el protocolo continúa siendo un gran desconocido a nivel social. Se sigue confundiendo con los buenos modales, con la etiqueta, con los gastos de representación…sigue teniendo un halo elitista que no se corresponde con su verdadera esencia.

5. ¿Y cuál crees que podría ser la solución?

Para problemas complejos no puede haber soluciones simples, pero yo confío siempre en la educación, en la formación y en la información veraz. El conocimiento de la realidad institucional – muy alejado hoy de los planes de estudio en todos los niveles-  llevaría directamente a apreciar el valor del protocolo como herramienta de ordenación y de comunicación. Por otra parte, los propios profesionales tenemos la obligación moral de hacer visible nuestra actividad, haciendo pedagogía y atajando cada comentario o noticia de prensa que nos vincule con la frivolidad, los gastos suntuarios o las modas. El día que hagamos entender a los medios de comunicación qué somos y qué hacemos habremos dado un gran paso. ¡Y esto es tarea de todos!