Nombre: Margarita Murillo

Empresa: Galicia Protocolo

¿Cómo te vinculaste al mundo del protocolo?
Yo estaba estudiando derecho pero, quería ganarme algo de dinero. Una amiga me habló de una agencia que contrataban azafatas para eventos. Fui, me presenté y me contrataron. Trabajé muchos años como auxiliar de protocolo y me enamoré de la profesión. Entretanto la Universidad de Santiago sacó un título propio de postgrado en protocolo, me inscribí y lo disfruté al máximo. Fue en este momento
cuando ví que podría dedicarme profesionalmente al protocolo y la organización de eventos.

¿Por qué decidiste hacerlo?
Me encanta la profesión, es puro amor a la profesión. Tres de mis jefes y muchos clientes, en los años que trabajé por cuenta ajena, me dijeron que se veía en mí vocación por las tareas del protocolo (y eso gusta).
La emoción ante una mesa bien colocada, con todo las personas bien sentadas en su sitio (el que yo ponía a mis tíos y abuelos), atender correctamente llamadas telefónicas y pasar bien los recados y demás normas de protocolo social, son habilidades que me ayudó a inculcar y desarrollar mi abuela Pilar. Una casa enorme, llena de gente, y yo siempre quería poner la mesa, poner etiquetas a los
comensales y atender el teléfono, hacer los recados….
Es decir, desde niña he recibido muchos estímulos y motivaciones para dedicarme al protocolo y la organización de eventos.

¿Qué significa, en tu día a día, el protocolo?
Es una forma de que empresas y profesionales puedan destacar, puedan salir airosos, sientan seguridad ante situaciones que no son habituales para ellos en temas de comunicación e imagen.
Es cuidar la imagen de los clientes, es mejorar las relaciones con todos sus públicos, es acompañar, dignificar, respetar y hacerse respetar.

¿Por qué crees que el protocolo es una herramienta importante
para la empresa en general?

Porque vivimos un cambio de era y estamos caminando hacia una nueva humanidad, donde las relaciones interpersonales son fundamentales.
Las empresas tienen muchos públicos y muy grandes con los que necesitan comunicarse adecuadamente, a los que tienen que atender en unos tiempos de cambios, avances e incertidumbres abrumadores.
El protocolo siempre ha puesto las normas de las relaciones y ante todos los cambios que estamos viviendo la sociedad en general y el mundo empresarial se encuentran bastante perdidos.

¿Qué crees que haría falta para mejorar la imagen del protocolo
en la sociedad?

Nada, la imagen del protocolo actualmente es muy positiva. Era muy negativa cuando yo empecé, en los años 90, se percibía como algo elitista e incluso absurdo. Hoy día todo el mundo ve con buenos ojos al protocolo; evidentemente, que existan estudios oficiales ha sido la clave de ese cambio de perspectiva.

En estos tiempos, en lo que todo evoluciona a velocidad de vértigo, ¿crees que el protocolo va en sintonía con estos cambios?
Sí, lo creo. Eso no significa que no todo el mundo quiere ir a la velocidad de los tiempos y sigue existiendo una parte de la sociedad y determinadas instituciones que no quieren avanzar para adaptarse, pero lo harán.
El protocolo refleja a la sociedad y la sociedad de hoy no es la hace 20 años.

¿Podrías compartir con nosotros iniciativas que se te hayan ocurrido para seguir consolidando nuestra profesión en la actualidad?
Para mí existe un reto clave que sería determinante para consolidar la profesión, pues existen titulaciones en “dirección de protocolo y eventos” y similares. La responsabilidad que entraña un evento, la complejidad que conlleva su realización y la cantidad de personas, documentación, normativa y de todo que hay que gestionar, hacen necesario que para la realización de cualquier evento sea necesario el visado, la supervisión, la contratación de, precisamente, una
persona con titulación en “dirección de protocolo y eventos”, al igual que pasa con otras profesiones.

Háblanos de tu actual proyecto empresarial.
Galicia Protocolo lo que hace es acercar a todo el mundo el protocolo, en todos sus ámbitos. El protocolo social empieza a ser muy interesante para muchas familias que quieren ofrecer a sus hijos más y mejores herramientas en este mundo, que como hemos dicho es cambiante, incierto y exigente.
Aunque estoy especialmente enfocada en las empresas que empiezan, en las pequeñas empresas y profesionales autónomos que quieren mejorar su imagen en cuanto a la relación con sus públicos.