Tanto en las instituciones públicas como en las privadas se trabaja con documentos propios y característicos del ámbito del protocolo. Podemos hablar de las misivas, las felicitaciones, los saludas, los reglamentos y manuales, e incluso de las cartas de pésame. Y todos estos escritos tienen su estructura particular, tal y como explico en el Libro de estilo del protocolo oficial y relaciones institucionales.
Sin embargo, esta lista no está completa y en estas fechas me gustaría añadir las felicitaciones de Navidad.
Nos encontramos en un tiempo en el que todos nos deseamos unas felices fiestas sin excepción y sin necesidad de ser creyente. Desde la Casa Real hasta el Ayuntamiento más pequeño de nuestra geografía se felicita a los españoles y se les desea un próspero Año Nuevo.
En consecuencia, podemos hablar de felicitaciones navideñas oficiales y privadas. La titularidad es diferente, pero el objetivo y el mensaje no lo es. Todas ellas tienen como finalidad felicitar a su destinatario con las leyendas «Feliz Navidad» y «Feliz Año Nuevo», unas palabras que se repiten una y otra vez y que se reciben con una sonrisa y esperanza.
En referencia al formato de la felicitación, en la actualidad nos encontramos con soporte de papel, digital o videograbación. Cada uno tiene su público, pero el que posee más carácter institucional sin duda es la impresión.
Las bondades y beneficios que se logran con las invitaciones personalizadas son las mismas que se consiguen con las felicitaciones individualizadas. Siempre hay una autoridad oficial, personalidad o familiar que se merece recibir en mano un buen deseo, tal y como recuerdo en mi artículo «Si quieres felicitarme las fiestas, escríbeme», y que puedes leer pinchando aquí.
Aunque, eso sí, no nos olvidemos nunca de la correcta ortografía. Por ejemplo, Navidad se escribe con letra inicial mayúscula por ser el nombre propio de una festividad. Sin embargo, el adjetivo que en estos casos acompaña a Navidad, feliz, se debe escribir en minúscula, a no ser, lógicamente, que comience la frase: «Feliz Navidad» u «Os deseamos una feliz Navidad».
Misma norma se aplica a Año Nuevo, se escribe con mayúscula inicial por ser una festividad y el habitual adjetivo que le acompaña, próspero, se escribe en minúscula.
Y para concluir esta entrada solo me queda por desearos a todos una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.
Mª del Carmen Portugal Bueno