La importancia de los medios y la necesidad de hacer pedagogía protocolaria

31 de octubre de 2022

Hay una frase de la novela El Gran Gatsby (F. Scott Fitzgerald, 1925), adaptada al cine en varias ocasiones, que dice: “No te angusties. La vida vuelve a empezar en el otoño”. En realidad, la vida se reinicia cada día, o seguramente a cada instante, y eso nos da la oportunidad de aprender constantemente, de mejorar, si lo deseamos, o de insistir en nuestras convicciones o ideas. En nuestro pequeño/gran mundo del protocolo, los momentos y las situaciones deberían ser determinantes para aprender y no solo para marcar tendencias efímeras. En cualquier caso, esas mismas situaciones nos abren puertas y ventanas informativas que, desgraciadamente, se nos han cerrado durante años y por las que debemos aprovechar para hacer pedagogía de nuestra profesión, para seguir explicando qué es lo que hacemos y por qué lo hacemos, y para insistir en los beneficios que genera el protocolo en todos los órdenes y recordar los innumerables problemas que acarrea prescindir de profesionales formados y preparados, capaces de afrontar y solucionar situaciones que, en muchos casos, tienen amplias repercusiones de ámbito social, político o económico.

En este mes que despedimos, la Casa de S.M. el Rey ha ocupado, de nuevo, espacios y tiempos informativos que reclaman una mínima reflexión para quienes navegamos en las aguas de la actividad protocolaria. Por un lado, el pasado 12 de octubre, cuando se daban los primeros compases del acto institucional en el que se celebraba la Fiesta Nacional de España, una suerte de circunstancias convirtieron el momento del saludo oficial en un verdadero trending topic en redes sociales y medios de comunicación.

Como sabemos, la Fiesta Nacional de España es la denominación oficial que recibe el día nacional en nuestro país y que se celebra, desde 1892, el 12 de octubre. Se trata de una conmemoración oficial regulada por la Ley 18/1987, de 7 de octubre, que establece el Día de la Fiesta Nacional en el duodécimo día del décimo mes del año y prescinde de la denominación de «Día de la Hispanidad». Textualmente, el único artículo de la ley citada dice: “Se declara Fiesta Nacional de España, a todos los efectos, el día 12 de octubre”. En la exposición de motivos de la ley se indica que la fecha elegida simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos. Como también sabemos, la celebración incluye tradicionalmente un desfile militar al que asiste S.M. el Rey, junto a la familia real, el presidente del Gobierno y representantes de las altas instituciones y todos los poderes del Estado y las comunidades autónomas.

En el acto de este año, en el momento de formalizar la línea de saludo se produce una situación que nos ha hecho reflexionar sobre temas ligados al protocolo como la necesaria coordinación entre los organismos y los “actores” de cualquier acto, la puntualidad, las propias líneas de saludo o, de nuevo, el papel de los profesionales del protocolo. En este sentido, han sido varias las doctas opiniones que se han manifestado al respecto y prácticamente se ha comentado todo, pero no me resisto a resumir aquellos puntos de vista que comparto con compañeras y compañeros de profesión y que nos permiten analizar aquello que nos compete y de lo que, a veces, informan quienes manifiestan un acusado desconocimiento de causa.

Por un lado, comparto la necesidad de revisar este acto, que tanta carga institucional y oficial conlleva, marcando sus diferencias con otros de similar factura, como el Día de las Fuerzas Armadas, cuya ceremonia anual se celebra el sábado más próximo al 30 de mayo, festividad de San Fernando según marca el R.D. 530/1987. En ese caso, no se trata de una festividad civil ni se debe considerar fiesta nacional en sentido estricto. Es una celebración castrense con actos abiertos a la sociedad civil, aunque su elemento más conocido vuelve a ser un desfile militar, habitualmente realizado en Madrid pero que podía efectuarse en cualquier otra ciudad española con Capitanía General (R.D. 996/1978) mientras estas existieron. Actualmente las regiones militares y capitanías generales han desaparecido, sustituidas por una estructura integrada de alcance estatal que incluye a las Subinspecciones Generales del Ejército (SUIGE), bajo el mando de la Inspección General del Ejército de Tierra (IGE) que depende del Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra. Este año, el acto central del Día de las Fuerzas Armadas tuvo lugar en Huesca, presidido por SS.MM. los Reyes, acompañados por la Sra. ministra de Defensa doña Margarita Robles.

En segundo lugar, un evento de la relevancia del Día de la Fiesta Nacional ha de trascender del ámbito castrense y abrirse a otros campos de la vida social española, estableciendo un encuentro mucho más cercano a la ciudadanía. Un programa de perfil cultural con exposiciones, conciertos, conferencias y espacios en medios de comunicación o en centros educativos, acercaría esta efeméride a la sociedad española y posibilitaría una mayor participación de la misma a través de este tipo de convocatorias, mas transversales y populares.

Vemos con normalidad, y aplaudimos su proyección mediática y protocolaria, que S.M. la reina doña Letizia, acompañada por la ministra de Educación y Formación Profesional, doña Pilar Alegría, hayan efectuado la apertura, en la isla de La Palma, del nuevo curso escolar, en un acto sencillo que se desarrolla en las aulas y pasillos de un centro de educación infantil tras dos años de pandemia: el Centro Princesa Acerina de La Palma que, además, acoge al alumnado de los colegios de infantil y primaria Los Campitos, Todoque y María Milagros Acosta García, afectados por la erupción del volcán. O que las mismas invitadas de honor, la reina y la ministra, protagonicen otra apertura oficial de curso, el de la Formación Profesional, en las instalaciones y talleres del centro de FP Aguas Nuevas de Albacete. Actos que afectan a más de 8,2 millones de alumnas y alumnos en el primer caso, y a más de 1,1 millones en el segundo. Actos cercanos, con un protagonismo especial para las niñas y los niños que comienzan el curso, ahorrando en gastos y simplificando, que no eludiendo, la organización previa. No ocurre lo mismo con el curso universitario, que afecta a casi dos millones de estudiantes y cuya ceremonia de apertura corrió a cargo de S.M. el Rey en el Edificio de Humanidades de la Universidad Nacional de Educación a Distancia en Madrid, con un perfil más académico.

En tercer lugar, también es tiempo de analizar si son precisas, necesarias y útiles las innumerables “líneas de saludo” que, a veces, retrasan el inicio de tantos eventos y no aportan ningún rasgo distintivo o enriquecedor al ceremonial empleado. Una sola línea de saludo, con inclusión en la misma de representantes de las entidades organizadoras, instituciones, anfitriones y empresas patrocinadoras, en muchos casos olvidadas o relegadas a un puesto secundario, daría más visibilidad a los verdaderos protagonistas de los eventos, destacando su papel representativo e imprimiendo agilidad, simplificación y sencillez al desarrollo del acto.

Estando plenamente convencido de la ausencia de estrategia previa alguna en las causas que motivaron un ligero retraso, de menos de un minuto, en la salutación de S.M. el Rey a las autoridades que componían la línea de saludo en el inicio del Día de la fiesta Nacional, nos unimos a las opiniones de compañeras y compañeros que han resaltado el papel, y la actuación profesional y sumamente medida, de los servicios de protocolo de la casa de S.M. el Rey, normalizando una situación que solo una cierta presión mediática y la necesidad de “titulares”, ha tratado de sacar de esos mismos márgenes de normalidad.

Quizás sea preciso volver a analizar, de forma más pormenorizada, la responsabilidad de los medios en la difusión exacta de las noticias y su desconocimiento, no en todos los casos ni en todas las situaciones, de los temas y disciplinas de las que nos ocupamos. Una tarea didáctica que, como profesionales, nos compete y nos interesa.

Mención aparte merecen los medios especializados, que no son tantos, y se ocupan de difundir las noticias e informaciones que emanan o afectan a nuestros campos y disciplinas. Es el caso de la Revista Protocolo. Su número 1 veía la luz en el mes de setiembre de 1995, hace ahora 28 años. Recuerdo con nostalgia el acto de presentación, en un céntrico hotel madrileño, que permitió congregar a un nutrido y heterogéneo grupo de profesionales que dábamos nuestros primeros pasos en el mundo del protocolo, en torno a una idea que fue madurando rápidamente y cogiendo cuerpo informativo, convirtiéndose en uno de los referentes divulgativos más respetados entre los medios especializados. Colaboré por primera vez con la revista en su número 13, con la publicación de un artículo sobre el, entonces, recién aprobado Reglamento de Protocolo y Ceremonial del Ayuntamiento de Aranjuez, que conllevó un aluvión de consultas y referencias desde decenas de municipios españoles, ávidos de dotarse de normativas protocolarias como las que, de forma casi pionera, se habían actualizado y modernizado en Aranjuez. Desde entonces, he disfrutado de una excelente y creciente relación con la revista y sus directores: Carlos Fuente en los primeros doce números, Andrés Tosal hasta el año 2000 y Juan Luis Fuente desde entonces y hasta la actualidad, distribuido hace unos días el número 79. Sus diferentes formatos y secciones, la inmediatez de sus coberturas, el acertado análisis editorial y el certero tratamiento de los temas, confieren un puesto destacado a la Revista Protocolo entre los medios especializados y una fuente inagotable de consulta y erudición que seguimos queriendo propulsar desde la aep con la firma inminente de un convenio de colaboración entre ambas entidades que nos permita profundizar en acciones y actuaciones conjuntas con un medio de comunicación que no pretende competir con otras publicaciones de perfil mucho más científico o académico, centrándose en una actualidad ya de por sí trepidante.

Una actualidad, en nuestro caso, que pasa por la reciente concesión de los Premios a la Excelencia en los Estudios de Protocolo, convocados para reconocer a quienes están iniciando su actividad profesional, tras concluir, con esfuerzo y sacrificio, sus procesos formativos. En este sentido, el pasado 19 de octubre se hacía público el fallo del jurado y hoy me cabe el inmenso honor, como presidente de la aep, de felicitar ante nuestra masa social, a Andrea Nogueira Agustiño, de la Escuela Universitaria de Turismo Felipe Moreno, por su Primer Premio de la categoría Grado con el trabajo «La Comunicación No Verbal en los discursos de Navidad de Sus Majestades el Rey Don Juan Carlos I y el Rey Don Felipe VI». El Segundo Premio fue para Mara Lizcano Gil de la Universidad Antonio de Nebrija con un trabajo sobre «La ceremonia de presentación de cartas credenciales en España: Paradigma del acto protocolario». Nuestra sincera felicitación para los ganadores en la categoría Postgrado: Isabel María Gallego López de la Universitat Oberta de Catalunya, que ha logrado el Primer Premio con un trabajo sobre «Técnicas, servicios y herramientas que mejoran la experiencia en los eventos híbridos/virtuales pos-COVID-19. Pautas para organizadores de eventos corporativos». El Segundo Premio ha sido para Olga Fajardo Gilmartín de la Universidad Nacional de Educación a Distancia con su trabajo «Estudio sobre el protocolo y el ceremonial en los eventos de las distintas modalidades de exhibición del patinaje artístico sobre hielo». Y el Tercer Premio ha sido para Margarita Oliver Martorell, de la Universidad Antonio de Nebrija, con una investigación sobre «Reloading. Evento Anual Corporativo Heineken 2021». Y en la categoría de Título Propio, el proyecto ganador ha sido el presentado por Miguel Ángel Díez Ferreiro de la Universidad Nacional de Educación a Distancia que lleva como título «Protocolo y etiqueta militar de Napoleón Bonaparte en España: Aplicación práctica en la recreación de la Batalla de Consuegra». Muchas felicidades a estas seis promesas del protocolo profesional a quienes haremos entrega de sus premios en un acto híbrido que estamos tratando de cerrar para finales de noviembre.

Aprovecho estas líneas para agradecer el trabajo de quienes han compuesto el jurado profesional y han llevado a buen puerto una nueva edición de los premios: nuestras vicepresidentas segunda y tercera y una/un representante de cada universidad o centro formativo que ha presentado candidaturas, que han contado con el apoyo y asesoramiento de la Secretaría General y la Secretaria Técnica de la aep en la valoración de los méritos y la calidad de los trabajos presentados, en los que se ha tenido en cuenta el grado de vinculación con la profesión, lo novedoso o innovador del trabajo, el interés del mismo para la sociedad, la posibilidad de desarrollar materiales educativos, el impacto profesional o académico y su carga práctica. Y nuestro agradecimiento especial al resto de participantes y a los centros formativos que han avalado sus candidaturas. Su decidida apuesta por estos reconocimientos nos hace confiar en su continuidad y en la necesaria adaptación y actualización de las bases al momento y situación que la actualidad académica nos marque.

Precisamente, el ámbito académico sigue estando entre nuestros objetivos más prioritarios. En breve firmaremos otra tanda de convenios con universidades y centros superiores reconocidos, que se unirán a los ya formalizados con la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) y la Universidad Europea de Madrid (UE), con interesantes ofertas y oportunidades para los miembros de la aep de carácter formativo, académico y profesional.

En ese futuro cercano queremos enmarcar los contactos iniciados con universidades ubicadas en alguna de las demarcaciones geográficas que se corresponden con nuestras delegaciones territoriales, comprometidas ahora en culminar propuestas, actividades y programas que verán la luz de forma inminente. Como ya ha sucedido con la Delegación de la aep en las Islas Baleares, cuya titular y secretaria general, Catalina Barceló, participaba el pasado 26 de octubre en la V edición de PROTURCON, consolidado congreso de protocolo y turismo que organiza desde hace un lustro nuestro socio corporativo Máster D y en el que se defendió y dio visibilidad al protocolo aplicado a este sector. La jornada se cerró con un encuentro social, una iniciativa que también están promoviendo otras delegaciones territoriales como la de Madrid, cuyo titular, Juan Luis Sierra, ha convocado para los primeros días de diciembre en un formato que incluirá el encuentro social con un personaje relevante de nuestro entorno profesional y la visita a algún espacio, edificio o institución en la que poder apreciar aspectos y particularidades de interés para los profesionales. En breve conoceremos las propuestas del resto de delegaciones y demarcaciones, aprovechando para volver a reiterar mi agradecimiento a las delegadas y delegados por su entrega, su abierta colaboración y su labor silenciosa pero vital, defendiendo a sus asociados, informándoles de ofertas laborales y profesionales o aportando sus opiniones y conocimientos de forma altruista para beneficio general (en este sentido no podemos perdernos el artículo divulgativo de nuestra delegada en Andalucía, María José Flujas, sobre el lenguaje inclusivo en protocolo, que puedes leer en el siguiente enlace: http://www.aeprotocolo.org/ y que incide en la necesidad de revisar textos, discursos, programas, invitaciones o rótulos, para que no sean sexistas y desarrollemos una comunicación no estereotipada).

No quiero terminar esta carta sin recordaros nuestra colaboración expresa con el Observatorio Profesional de Protocolo y Organización de Eventos, junto al resto de asociaciones territoriales profesionales existentes en España, en la promoción y desarrollo del II Congreso de Protocolo y Eventos que bajo el epígrafe eventos sin fronteras en un mundo global, reunirá los próximos 9, 10, 11 y 12 de noviembre en la localidad extremeña de Mérida a profesionales y expertos que debatiremos sobre temas de plena actualidad y proyectos de futuro, acogidos por la Junta de Extremadura y con el apoyo de la Asamblea de Extremadura y el Ayuntamiento de Mérida. Puedes encontrar extensa información y formalizar tu inscripción en el siguiente enlace: https://congresoprotocoloyeventos.com/

El otoño se presenta esperanzador y plagado de actividades que configurarán nuestro programa XXX Aniversario. En todas, tu participación es primordial. Sin ti, no tienen sentido.

¡Buen otoño y buena suerte!

Ramón Peche Villaverde Presidentee

presidenciaaep@aeprotocolo.org