Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Catalunya entre 1980 y 2003, ha protagonizado esta semana una ponencia enmarcada en el ciclo de conferencias de la Escuela Internacional de Protocolo de Barcelona. Durante su intervención, en la que estuvo acompañado por el decano de la Facultad de Artes y Comunicación de la Universidad Europea de Madrid, Luis Calandre, y por el Presidente del Grupo Escuela Internacional de Protocolo, Gerardo Correas, Pujol expuso su punto de vista en torno a lo que él calificó como “un conflicto muy serio que nos ha obligado a posicionarnos». En este sentido, añadió que “el protocolo poco puede hacer; en todo caso ayuda a ser sutil”.

El expresident razonó que “los encontronazos teóricamente protocolarios que hemos vivido en los últimos tiempos -especialmente el protagonizado por la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, y el president de la Generalitat, Artur Mas- trascienden al protocolo. Hay un conflicto mucho más amplio y profundo que se ha escenificado así, pero en el que los jefes de protocolo poco pueden hacer”.

Durante su conferencia, Pujol consideró que “el trabajo de los encargados de protocolo, ya sean jefes o técnicos, es muy complicado y más aún en estos tiempos en los que hay grandes vanidades que alimentar. Por eso –prosiguió- es un trabajo que debe hacerse, y debe hacerse bien”.

El expresident también recurrió a diferentes capítulos de la historia en los que el protocolo ha sido especialmente relevante, destancando que “el protocolo es una herramienta de construcción histórica muy potente. Ordenar bien a autoridades para una foto no es algo baladí, porque dentro de un tiempo esas fotografías transmitirán el momento histórico en el que estamos”.

(En la imagen adjunta: Jordi Pujol (centro), Gerardo Correas, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo (izquierda de la imagen) y Luis Calandre, decano de la Facultad de Artes y Comunicación de la Universidad Europea).