Entre las novedades que incluye el nuevo diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y las normas reglas ortográficas se elimina la mayúscula cuando se hace referencia al rey, o al papa, siempre que no venga seguido de nombre propio.

Aplicando esta norma escribiremos: su santidad viajará próximamente, pero lo haremos con mayúscula si le sigue el nombre propio: Su Santidad Benedicto XVI viajará próximamente.

Tampoco se escriben con letra mayúscula don, doña, fray, santo, excelencia, señoría, vuestra merced, santidad y pueden escribirse con mayúscula solo cuando no van seguidos de nombres propios: Su Santidad, Su Majestad o Su Excelencia.

Los nombres propios aplicados como comunes tienen que escribirse siempre en minúscula como ocurre en las frases tomarse un jerez, ser un judas, parecer un casanova.

Asímismo, otra de las modificaciones que se incorporan es la utilización de las mayúsculas en los nombres de las calles. Hay palabras genéricas que al anteponerse a nombre propio comenzaban con una letra capital para diferenciar si se hablaba de un nombre propio o de un sustantivo, no era lo mismo escribir la Calle de San Bernardo que la calle de San Bernardo. El primer caso se refiere a la calle de nombre San Bernardo y el segundo a una calle cuyo dueño era San Bernardo. Ya no hay diferencia, en ambos casos calle se escribe con minúscula.

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