«Todos debemos asumir la parte de responsabilidad que nos toca y hacer valer nuestra profesión allá donde estemos»

 
Nombre: Ana Belén Egea

Empresa / Institución: Protocolarte

Cargo: Gestión, elaboración y difusión de contenidos de Protocolarte

¿Cómo te vinculaste al mundo del protocolo?

Soy licenciada en Filosofía y Letras, especializada de Historia del Arte, esta formación me llevó a trabajar durante varios años como guía en Palacio de la Aljafería, un lugar que rebosa historia y arte, convertido hoy en sede de las Cortes de Aragón. Allí fui consciente de que aquellos escenarios, testigos de innumerables actos y ceremonias, seguían manteniendo su esencia. Aunque los guías dependíamos del servicio gestor del palacio, colaborábamos habitualmente con los responsables de protocolo, atendiendo muchas visitas institucionales. Durante el periodo que estuve allí tuve la suerte de presenciar diferentes actos, entre ellos las reuniones y visitas de los delegados del BIE previas a la elección de Zaragoza como sede de la Exposición Internacional de 2008. De hecho, allí conocí la noticia de su elección, un momento verdaderamente emocionante que contribuyó aún más a acrecentar las ganas de seguir formándome en protocolo. Por suerte, posteriormente, tuve la inmensa fortuna de trabajar allí formando parte del Área de Relaciones Institucionales capitaneada por Javier Carnicer, quien en gran parte es el responsable de mi vinculación al mundo del protocolo.

Háblanos, por favor, cómo es tú día a día, en tu actividad profesional.

En la actualidad me dedico a la gestión, elaboración y difusión de contenidos de Protocolarte, un proyecto que surgió por amor al arte y que invita a descubrir el apasionante mundo de la comunicación, la educación y el protocolo. También colaboro con la revista digital Pruébate Magazine que difunde contenidos relacionados con la imagen y comunicación personal. Gestionar un blog requiere para empezar ilusión y motivación, algo que no siempre es fácil de mantener. Cada día dedico un tiempo a leer, reflexionar, investigar e interactuar difundiendo contenidos relacionados con los temas del blog. También hay que encontrar siempre un momento para lo que quizá sea más complicado, ponerse a escribir, pero hay que hacerlo, aunque nos parezca que no hay suficiente contenido. No tengo marcado un ritmo concreto a la hora de publicar, pero trato de que haya cierta continuidad para no caer en el desánimo y mantener al día la creación y difusión de contenidos.

Crees que protocolo y eventos están condenados a entenderse o, por el contrario, deberían de haber convivido juntos, desde el principio.

Sinceramente creo que ya han convivido juntos desde el principio, tengo una visión global del protocolo como una potente herramienta de comunicación y una disciplina capaz de aportar todo lo que se requiere para llevar a cabo la gestión de actos, ceremonias y eventos, y además en diferentes ámbitos, no únicamente en el oficial. Bajo mi punto de vista hablar de protocolo, en un sentido amplio, lleva implícito todo lo que supone gestionar un evento.

¿Crees que el Protocolo goza del reconocimiento que le corresponde como tal?

En mi opinión todavía queda mucho por hacer para alcanzar el reconocimiento que merece. Me llama la atención que personalidades que hacen uso de él en los diferentes actos que participan y en los que es evidente que no puede fallar el protocolo porque si lo hace su imagen queda dañada, presuman en muchas ocasiones de “saltárselo”. Todos debemos asumir la parte de responsabilidad que nos toca y hacer valer nuestra profesión allá donde estemos.

 ¿Qué crees que haría falta para mejorar la imagen del protocolo en la sociedad?

Creo que es muy positivo que cada vez haya más voces tratando de mejorar la imagen del protocolo. Cada uno en la medida de nuestras posibilidades -trabajando, estudiando, investigando y difundiendo, podemos ir mejorándola. La difusión en diferentes ámbitos es fundamental, en ese sentido las redes sociales nos dan la posibilidad de llegar a mucha más gente y también de intentar denunciar aquellos contenidos o actividades que no responden a una imagen real de lo que es protocolo.

¿Qué percepción tienen, según tú criterio, los medios de comunicación de los profesionales de protocolo y eventos?

En algunos medios todavía se sigue proyectando una imagen parcial del profesional de protocolo únicamente como una persona que posee unos modales “refinados y exquisitos” y que sabe cómo utilizarlos en determinados actos sociales. Afortunadamente cada vez son más los medios están empezando a contar con verdaderos profesionales que se han formado o han trabajado en ese protocolo que exige un profundo conocimiento de tradiciones, costumbres, símbolos, herramientas de comunicación y gestión de eventos.

Desde hace varios años ya está oficializado el Grado Universitario en Protocolo Organización de Eventos. ¿Cómo crees que puede influir esta formación académica en la incorporación laboral de los futuros graduados?

La formación de calidad siempre es positiva a la hora de facilitar la incorporación al mercado laboral. Es cierto que hay muy buenos profesionales de protocolo que no contaron en su día con un grado específico y que aprendieron a base de “prueba-error”, sin su experiencia no hubiese sido posible conseguir el reconocimiento oficial de un Grado Universitario en Protocolo, pero es indudable que ese reconocimiento supone también una garantía a la hora de incorporar personas formadas en Protocolo y Organización de Eventos al mundo laboral.

 ¿Qué te parece la creación de un Colegio Profesional?

Todo lo que suponga mejorar y consolidar la situación del profesional de protocolo me parece positivo.

Descríbenos, por favor, cuál sería para ti el perfil de un candidato a responsable de protocolo y eventos.

Debe ser una persona capaz de ordenar, ubicar, acompañar, asesorar, organizar, gestionar… símbolos, autoridades, personalidades, invitados, actos, ceremonias, eventos…Todo ello con el fin de propiciar encuentros, relaciones, reuniones entre instituciones, empresas, organismos… dónde fluya la comunicación. Pero, ante todo, alguien capaz de respetar y valorar las normas, tradiciones y costumbres propias y ajenas, algo fundamental a la hora de favorecer la interacción entre diferentes personas o “personalidades”, instituciones, entidades u organismos para los que un profesional de protocolo es, o debería ser, imprescindible.